
Muchos de los pretextos que ponen estas personas por el caos que originan, que por cierto va empeorando al pasar de los años, son los que mencionaré a continuación:
- Muchos de los objetos tienen un valor sentimental muy grande para algún miembro de la familia, son cosas que han ido “heredando” de sus familiares y NO pueden deshacerse de ellas.
- Encuentran artículos de baja calidad pero a EXCELENTES precios, por lo que lo ven como una oportunidad única creyendo que en algún momento los van a reparar. Es así como se vuelven compradores compulsivos acumulando todo tipo de cosas que saben, no volverán a utilizar.
- Se afanan en conservar todas las cajas de los productos que van adquiriendo por si llegan a necesitar reparación o una devolución.
- Algunos artículos ni siquiera son sacados de su caja, porque piensan que a medida que va pasando el tiempo, su valor aumenta.
- Siempre tienen cosas “para cuando vayan a ir a tal o tal lugar”, que obviamente cuando van, no recuerdan que las tienen.
- Pueden tener hasta cinco cosas descompuestas de lo mismo porque van a usar esas piezas para repararlo y hacer un “Frankenstein Perfecto”.

Luego de vaciar la habitación, realizan una “venta de garaje” para deshacerse de todas las cosas que han acumulado a lo largo del tiempo. Con ese dinero recaudado y junto con la ayuda de expertos en decoración convierten esas deplorables habitaciones en algo totalmente renovado y habitable. Simples, acogedores y con un toque de estilo.
Cuando la transformación está lista emoción con la que viven el cambio los “acumuladores” tras haber “sufrido” la difícil tarea de deshacerse de muchas de sus pertenencias, se ven personas con otra actitud completamente diferente. Así que ya saben, no dejen que su casa se convierta en un lugar donde el caos, es lo único que se aprecia.
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